- 1 ¿Cómo conseguir fermentados crujientes? Aquí te explico paso a paso cómo conseguir que tus vegetales fermentados mantengan una textura firme.
- 1.1 1. Usa verduras muy frescas para unos fermentados crujientes
- 1.2 2. Mantén las verduras frías antes de fermentar
- 1.3 3. Añade taninos naturales
- 1.4 4. Usa sal marina sin refinar
- 1.5 5. Controla la temperatura de fermentación
- 1.6 6. Detén la fermentación en su punto ideal
- 1.7 Conclusión: lo crujiente también se entrena
- 1.8 Video resumen de los consejos para unos fermentados crujientes
¿Cómo conseguir fermentados crujientes? Aquí te explico paso a paso cómo conseguir que tus vegetales fermentados mantengan una textura firme.
Una de las cosas que más valoro al hacer fermentados es la textura. Me gusta que crujan, que no se deshagan en la boca. Si tú también eres de los que prefiere los fermentados crujientes, este artículo es para ti.
A continuación, te comparto los trucos que a mí me funcionan y que puedes aplicar desde ya en casa, sea cual sea tu nivel. Y aquí te dejo el curso online de fermentación de vegetales por si quieres aprender mucho más!

1. Usa verduras muy frescas para unos fermentados crujientes
Parece evidente, pero es uno de los errores más comunes. En los cursos lo veo mucho: se quiere fermentar coles o zanahorias que ya están un poco blandas o con aspecto apagado.
Si la verdura no está fresca, el resultado no será de un vegetal crujiente.
Cuando la cortes, tiene que sonar ese crack que te dice que está en su punto. No hay atajo aquí: la frescura manda.
2. Mantén las verduras frías antes de fermentar
Otro truco muy útil: refrigera las verduras antes de usarlas.
Incluso puedes meterlas en agua con hielo durante una hora antes de comenzar la preparación. Esto las tonifica, ayuda a que conserven mejor el agua natural y mejora notablemente la textura final.
3. Añade taninos naturales
Este es uno de mis secretos favoritos. Los taninos ayudan a mantener la firmeza de las verduras fermentadas.
Puedes añadir hojas ricas en taninos como:
- Hojas de vid
- Hojas de zarzamora
- Té negro
- Hojas de roble
- Hojas de rábano picante
¿No las encuentras frescas? Sécalas tú misma y guárdalas en un bote. También puedes usar una infusión de estas hojas como líquido de fermentación. Funciona muy bien, sobre todo con pepinillos o calabaza, que tienden a ablandarse.
4. Usa sal marina sin refinar
La sal natural sin refinar, además de ser más saludable, contiene minerales que ayudan a mantener la textura crujiente.
Usa siempre sal marina de buena calidad. No es un detalle menor: he visto cómo el tipo de sal cambia radicalmente el resultado final.
5. Controla la temperatura de fermentación
En verano, el calor acelera la fermentación. Si dejas los botes muchos días fuera, la textura se vuelve blanda.
Mi consejo:
- Verano: fermentaciones más cortas (3-5 días)
- Invierno: puedes alargar el tiempo (hasta 10-14 días)
Siempre con atención a la evolución del sabor y la textura.
6. Detén la fermentación en su punto ideal
No hay un “día exacto” para cada fermentado. El truco es: prueba, siente y decide tú.
Cuando notes que la textura y el sabor están en su punto, mete el bote en la nevera. Eso detiene el proceso y mantiene lo que ya has conseguido.
Y no olvides: usa siempre utensilios limpios para probar, así evitas contaminaciones.

Conclusión: lo crujiente también se entrena
Fermentar es un arte y una ciencia. Y como todo, se mejora con práctica.
Con estos consejos, tendrás mucha más probabilidad de conseguir ese punto crujiente que buscas. Y si alguna tanda no sale perfecta, no pasa nada. Aprendes y vuelves a intentarlo.
Si tienes dudas, cuéntamelas en comentarios. Me encantará ayudarte a mejorar tus fermentaciones.
Y si en vez de hacerlos prefieres que te los envíen a casa, puedes hacer tu pedido en la web de Fermentart.