Cómo hacer un buen mezcal

¿Sabías que el mezcal no es solo una bebida? Es cultura, tradición y el resultado de un proceso artesanal transmitido de generación en generación. Descubre más sobre él.

La materia prima: el agave o maguey

El mezcal comienza en los campos de agave o maguey, como se le llama en México, una planta que puede tardar entre 7 y 25 años en madurar. Este tiempo de crecimiento es esencial para que desarrolle los azúcares necesarios para la fermentación y destilación. La elección del agave es crucial, ya que hay más de 30 variedades utilizadas en la producción de mezcal, cada una con matices únicos.

Cuando llega el momento adecuado, los jimadores cortan las hojas de la planta con una herramienta llamada coa, dejando solo la piña, el corazón del agave, que es la base de este destilado.

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La cocción: el toque ahumado

Uno de los aspectos más distintivos del mezcal es su sabor ahumado, que se obtiene durante la cocción. Las piñas de agave se cuecen en hornos de piedra subterráneos con brasas ardientes y piedras volcánicas. Este proceso puede durar varios días y permite que los azúcares del agave se caramelicen, aportando profundidad y complejidad al mezcal final.

Después de la cocción, el agave se vuelve suave y dulce, con aromas intensos que anticipan la calidad del destilado.

La molienda: extrayendo la esencia

Para extraer los jugos del agave cocido, se utilizan métodos tradicionales como la tahona, una gran rueda de piedra movida por un burro o caballo. Este proceso permite obtener un mosto rico en azúcares fermentables. Aunque existen métodos más modernos, muchas destilerías artesanales continúan utilizando la tahona para preservar la autenticidad del proceso.

En algunas regiones, la molienda aún se realiza con mazos de madera, manteniendo viva una técnica ancestral que requiere esfuerzo, pero que garantiza un resultado excepcional.

La fermentación: el alma del mezcal

Aquí es donde la magia sucede. El mosto obtenido de la molienda se coloca en tinas de madera o cuero y se deja fermentar de forma natural con levaduras del ambiente. Este proceso puede durar días y es completamente espontáneo, sin aditivos ni aceleradores artificiales.

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La fermentación es clave en la calidad del mezcal. No solo convierte los azúcares en alcohol, sino que también aporta aromas y sabores únicos dependiendo del entorno donde se realice.

La destilación: refinando el mezcal

El mezcal se destila en alambiques de cobre o barro, dependiendo de la tradición de cada maestro mezcalero. La primera destilación produce un líquido fuerte y crudo, mientras que la segunda destilación lo refina y define su perfil de sabor.

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Tras este proceso, el mezcal está listo para ser embotellado o añejado, dependiendo del estilo y del tipo de experiencia que se quiera ofrecer al consumidor.

¿Cómo identificar un buen mezcal?

No todos los mezcales son iguales. Para reconocer un mezcal de calidad, presta atención a estos puntos:

  • Materia prima: Un buen mezcal se elabora con agaves de maduración completa, sin procesos industriales que alteren su esencia.
  • Proceso artesanal: Los métodos tradicionales, como la cocción en horno de piedra y la fermentación natural, aportan carácter y autenticidad.
  • Doble destilación: Asegura un producto puro y bien refinado.
  • Etiqueta clara: Un mezcal artesanal siempre indica el tipo de agave, la región y el nombre del maestro mezcalero.
  • Prueba del vaso: Al agitarlo, un buen mezcal deja “lágrimas” o “perlas” en la superficie, señal de su calidad y graduación alcohólica adecuada.
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Qué transmite el mezcal – Vídeo visita bodega

El mezcal es un reflejo del entorno, de la paciencia y del conocimiento transmitido por generaciones. Como en la fermentación de alimentos, dominar su técnica lleva tiempo, pero el resultado vale la pena. ¿Te gustaría conocer más sobre procesos artesanales y cómo aplicarlos en tu cocina? Te dejo este vídeo, donde te explico más sobre ello.

Receta para hacer un buen mezcal artesanal

Tiempo de cocción20 días

Equipment

  • Horno de piedra subterráneo
  • Tahona (rueda de piedra) o mazos de madera
  • Tinas de madera o cuero
  • Alambique de cobre o barro

Ingredientes

  • Agave maduro
  • Agua
  • Levaduras naturales

Elaboración paso a paso

  • Cosecha del agave: elige agaves maduros (7 a 25 años de crecimiento). Retira las hojas con una coa, dejando solo la piña.
  • Cocción en horno de piedra: coloca las piñas en un horno subterráneo con piedras volcánicas calientes. Cubre con tierra y deja cocinar durante 3 a 7 días. El resultado será un agave caramelizado con aromas dulces y ahumados.
  • Molienda: tritura el agave cocido con una tahona de piedra o mazos de madera. Obtén una masa húmeda y fibrosa lista para fermentar.
  • Fermentación natural: coloca la masa en tinas de madera o cuero. Añade agua y deja fermentar con levaduras naturales del ambiente durante 3 a 12 días, dependiendo de la temperatura y la humedad.
  • Destilación: destila el líquido fermentado en alambiques de cobre o barro. Realiza dos destilaciones para refinar el mezcal. Ajusta la graduación alcohólica según el estilo deseado (normalmente entre 45-55% ABV).
  • Reposo y embotellado: deja reposar el mezcal para estabilizar sus sabores. Embotella en vidrio y etiqueta con el nombre del maestro mezcalero y la variedad de agave utilizada.

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