En este artículo te cuento nuestra experiencia con la tribu Huilloc, con la que compartimos una pachamanca, una forma de cocinar que no te dejara indiferente.
¿Qué es la pachamanca?
La Pachamanca no es simplemente un plato típico peruano, es un rito ancestral que conecta a las comunidades andinas con la tierra y sus raíces más profundas. Su nombre proviene del quechua y significa “olla de tierra” o “comida cocida en la tierra”, una técnica de cocción que se remonta a tiempos preincaicos y que aún hoy sigue vigente en muchas regiones de los Andes.
Es un tributo a la tierra y un ritual de gratitud hacia la Pachamama, la Madre Tierra. Su preparación representa una ceremonia en la que los alimentos se cocinan bajo tierra utilizando piedras volcánicas calientes, que sellan los sabores y aromas de una manera única.

Aunque existen muchas variantes según la región, la esencia siempre permanece: carnes sazonadas con hierbas aromáticas andinas como huacatay, chincho y ajo, acompañadas de papas, camotes, choclos y habas. Todo ello cubierto por hojas de plátano o de choclo para conservar el calor y los aromas naturales.
El ritual de la cocción: ¿cómo se prepara una pachamanca?

Preparar una Pachamanca no es tarea sencilla, pero el resultado vale cada segundo de esfuerzo. El proceso completo puede durar entre 3 y 5 horas, dependiendo de la cantidad de ingredientes y del tipo de cocción que se quiera lograr.
- Preparación del hoyo:
El primer paso es cavar un hoyo en la tierra, generalmente de forma circular y de aproximadamente un metro de profundidad. Este hueco será el horno natural donde se cocinará el festín.
- Calentamiento de las piedras:
Se seleccionan piedras volcánicas o piedras de río, capaces de soportar altas temperaturas sin romperse. Estas piedras se calientan al rojo vivo en una fogata durante un par de horas. Este paso es fundamental para garantizar una cocción uniforme.

- Colocación de los ingredientes:
Los alimentos se ordenan en capas, de acuerdo a su tiempo de cocción:
- Carne: Generalmente, se utilizan cortes de cerdo, res, cordero o pollo, previamente marinados con hierbas andinas.
- Tubérculos: Papas, camotes y ocas, directamente sobre las piedras calientes.
- Granos y vegetales: Choclos y habas en una capa superior, cubiertos con hojas de plátano o choclo.

- Sellado del calor:
Finalmente, se cubre todo el conjunto con más piedras calientes, se añaden hojas y se sella el hoyo con tierra. El calor atrapado cocina lentamente los alimentos durante unas dos horas, logrando una textura tierna y un sabor inigualable.
El momento de destapar: un tesoro de sabores
El acto de destapar la Pachamanca es un momento especial, casi ceremonial. El vapor que se libera al retirar la tierra y las hojas inunda el ambiente con un aroma profundo y envolvente, mientras la comunidad espera expectante para degustar el banquete.
Lo mejor de la Pachamanca es la combinación de sabores y texturas: la carne jugosa, impregnada con el ahumado de las piedras; las papas y camotes que absorben todos los jugos; y el ligero toque herbal que realza cada bocado.
Variedades de pachamanca: un placer diverso
Dependiendo de la región y los recursos disponibles, la Pachamanca puede variar considerablemente. En la sierra central del Perú, por ejemplo, se utilizan hierbas como el chincho y el huacatay, mientras que en el sur predomina el uso de hojas de maíz y carnes como el cordero. Algunas versiones incluso incluyen ajíes, aportando un toque picante al conjunto.
Un festín que une comunidades
La Pachamanca no solo es un plato delicioso, sino también una manifestación cultural que fortalece los lazos comunitarios. Las familias y vecinos se reúnen en torno al hoyo, colaborando en cada fase de la preparación, compartiendo historias y esperando juntos el momento de disfrutar del manjar.
Hoy en día, aunque la modernidad haya cambiado muchos hábitos alimenticios, la Pachamanca sigue siendo símbolo de identidad y orgullo andino. Celebraciones familiares, fiestas patronales o reuniones comunitarias son ocasiones perfectas para preparar este plato que celebra la conexión con la tierra.
La pachamanca como patrimonio vivo
La Pachamanca no es simplemente un platillo tradicional peruano, sino un símbolo de resistencia cultural y conexión con la naturaleza. Cocinarla y degustarla es honrar el legado de nuestros antepasados y reconocer el poder de la tierra como madre generosa. Si quieres profundizar en su historia, aquí tienes mucha más información.

Si alguna vez tienes la oportunidad de probar una Pachamanca auténtica, no lo dudes. Será una experiencia que quedará grabada en tu memoria y en tu paladar.
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Video – Receta de Pachamanca desde Perú
Receta de Pachamanca
Ingredientes
- Carne de cerdo, pollo, cordero…
- Marinada para la carne (sal, huacatay y chincho frescos, ají molido, comino, pimienta, sal…)
- Vegetales y acompañamientos (papas, camotes, mazorcas…)
- Hojas de plátano
- Piedras volcánicas
Elaboración paso a paso
- Preparación del Horno de Tierra: Cava un hoyo de aproximadamente 1 metro de profundidad y 1,5 metros de diámetro en una zona segura y libre de vegetación. Coloca leña en el fondo y enciende una gran fogata. Coloca las piedras volcánicas sobre la leña para que se calienten. Deja que el fuego arda durante aproximadamente 2 horas hasta que las piedras estén al rojo vivo.
- Montaje de la Pachamanca: Retira la leña quemada y deja solo las piedras calientes en el fondo del hoyo. Coloca una capa de hojas de plátano o de choclo sobre las piedras calientes. Acomoda primero las carnes de cordero y cerdo, ya que requieren más tiempo de cocción. Encima, coloca el pollo y la carne de res. Añade las papas, camotes, mazorcas de choclo y habas en capas sucesivas. Si estás usando humitas, colócalas en la parte superior para que se cocinen al vapor. Cubre todo con más hojas de plátano o choclo.
- Sellado y Cocción: Coloca piedras adicionales encima y cubre todo con tierra y hojas de plátano o choclo. Deja que se cocine durante aproximadamente 45 minutos.
- Destapado y degustación: retira cuidadosamente la tierra y las piedras con la pala. Siente cómo el vapor caliente envuelve el aire, liberando los aromas intensos y ahumados. Extrae las hojas y sirve las carnes jugosas junto con los vegetales y humitas.