Salado de la col: corta la col en trozos grandes o a lo largo, como prefieras. Disuelve la sal en los 4 litros de agua y sumerge la col durante unas 10-12 horas (puedes hacerlo de noche). Esto ayuda a que suelte agua, se ablande y quede más crujiente tras la fermentación.
Preparar la pasta: mientras la col se sala, prepara la pasta. Tritura el ajo, el jengibre y un poco del daikon con un chorrito de agua o del líquido de la salmuera. Mezcla esa pasta con el resto de ingredientes: gochugaru, zanahoria, cebollín y daikon.
Mezcla: escurre bien la col. No hace falta enjuagar.En un bol grande, mezcla la col con la pasta y masajea con las manos hasta que se impregne bien y empiece a soltar líquido.
Envasado: introduce la mezcla en el bote de cristal. Presiona bien para que no queden burbujas de aire.Asegúrate de que quede cubierta con su propio jugo. Coloca un peso encima para mantener todo sumergido.
Fermentación: deja fermentar a temperatura ambiente entre 7 y 15 días, dependiendo del clima y del punto que te guste. Durante los primeros días, abre el bote a diario para liberar gases y presiona hacia abajo.
Conservación: cuando esté en el punto deseado (olor ácido, sabor profundo), cierra el bote herméticamente y guárdalo en la nevera. Ahí seguirá evolucionando muy lentamente, y puedes consumirlo durante semanas o meses.