Pon a remojo los anacardos durante 24 horas. Elimina el agua del remojo y añade los tomates deshidratados, el pimentón dulce o picante, dependiendo el sabor que quieras conseguir, el diente de ajo, sal y aceite.
Bátelo todo hasta que quede una masa bien fina. Pruébalo y ajusta la cantidad de sal, pimentón y aceite a tu gusto. Ten en cuenta que el ajo aumenta su sabor con los días, así que ten cuidado de añadir más ajo en la mezcla.
Una vez ya lo tienes batido, lo puedes conservar en un tarro y comerlo como un untable o le puedes dar forma de queso y dejarlo fermentar.
Yo lo he hecho con roquefort y camembert como ves en la foto. Si quieres aprender más sobre esto, te espero en mi curso de quesos veganos fermentados.