Hola,
¿Qué tal?, espero que te encuentres bien.
Hoy vengo con una historia increíble. Y es que, he estado en una fábrica de hatcho miso del año 1337. ¿Te puedes imaginar un negocio que lleve generación tras generación durante 800 años? Yo nunca había pensado que eso era posible.
Así, con toda esa responsabilidad, hemos estado en una de las dos empresas que hay de hatcho miso en Japón. ¡Yo siempre había pensado que el hatcho miso era el nombre de una receta, y zas!! Hoy me entero de que se llama así porque se encuentra a 8-cho (ha-cho) 870 m al oeste del castillo de okazaki, que fue el lugar de nacimiento de Shogun Tokugawa Leyasu.
Vamos, que me siento muy afortunada de haber estado con el señor Nobutario Asai y que me haya contado todo el proceso por el que pasa la soja, el koji y la sal para conseguir un miso increíble.
Algo que me ha sorprendido de la conversación que hemos tenido es que cuando le he preguntado si creía que era un maestro del hatcho miso, me ha dicho que no. Las verdaderas maestras en este proceso son las bacterias, que llevan viviendo aquí desde hace más de 800 años.
Y como no, yo estoy con él. El gran trabajo en el proceso de fermentación lo hacen las bacterias y el ecosistema que él ha creado en ese lugar para que su hatcho miso florezca tan bueno.
A diferencia de los barriles de tamari que visité ayer, estos barriles están llenos de toneladas de miso y encima tienen 2 toneladas de piedras que están colocadas de tal manera que el miso va generando un movimiento interno.
Como te enseño en las fotos, me ha enseñado los archivos de las recetas del año 1723 y como los conserva… Todavía creo estar pensando que en vez de en una fábrica de miso he estado en un museo.
Y por cierto, para él lo más importante para que salga un buen miso es que sus trabajadores estén felices y transmitan esa energía al producto. Nadie de esa fábrica sale nunca de trabajar más tarde de las 5 de la tarde y no te puedes imaginas la cara de felicidad que tenía todo el mundo.
Te mando un abrazo gigante y lleno de bacterias de hatcho miso.
Espero que estés disfrutando de las cartas desde Japón.
Hasta pronto
Nerea
Buenas!! No se ven las fotos … tal vez sea mi telf?
Pero con Instagram disfrutamos de lo lindo
Tienes razón Anton, no se ven las fotos. Una pena. Luego me paso por instagram…. y sigo por ahí. 🙂