Igual te has ido de vacaciones y te estás preguntado si están tus fermentados vivos. En este artículo/video te cuento un poco más sobre esto.
Cada vez que se acaban las vacaciones o que te vas unos cuantos días de casa, puede ser que tus fermentados se sientan un poco resentidos por no haberles hecho mucho caso.
¿Qué fermentados necesitan mantenimiento?
Lo primero que tienes que saber es que no todos los fermentados necesitan mantenimiento. De hecho, la mayoría de ellos no lo necesitan si ya llevan tiempo fermentando, como pueden ser un chucrut, un kimchi, el miso o el tamari.
Este tipo de fermentados, una vez están elaborados, los podemos tener almacenados, ya que por sus características, se van a conservar perfectamente, si mantienes las condiciones adecuadas.
Por el contrario, otros fermentados, cómo puede ser la masa madre para el pan, la kombucha, el kefir de agua o el ginger bug, necesitan de un mantenimiento y unas mínimas condiciones para que se conserven durante un periodo de tiempo más prolongado.
¿Cómo sé si siguen vivos?
Esta pregunta, la recibo cada vez que hay un periodo de vacaciones. Lo más fácil para saber si están tus fermentados vivos es darles de comer.
Con esto quiero decir, que si tienes una masa madre, lo que deberías hacer es darle harina y agua y ver que sucede los días siguientes. Si ves que vuelve a sacar burbujas, ahí lo tienes.
Si tienes una kombucha y ya lleva mucho tiempo, la única manera de saber si está viva es darle té y azúcar y esperar a ver si con los días va cambiando el sabor.
Y lo mismo con el resto de los fermentados.
Está claro que si tienes un laboratorio, podrías hacer unas pruebas un poco más específicas, pero a nivel casero, es la única forma de saber si ha sobrevivido al paso de los días o, por el contrario, ya no lo puedes utilizar.
¿Cómo puedo mantenerlos cuando me voy de vacaciones?
La mayoría de los fermentados, se pueden conservar de tal manera que los puedas guardar durante largas temporadas.
La mejor forma, y yo creo que la más sencilla, es bajar la actividad que puede llegar a tener. Esto lo conseguimos gracias al frío. Cuando metes los fermentados en la nevera, sucede como en invierno, que la naturaleza se para. El mundo microbiano de tus fermentados, también hace lo mismo. Así consigues que su proceso metabólico y el consumo de la comida que le has dado, se ralentice y puedas estar más días sin tener que hacer un mantenimiento.
Normalmente, cuando los conservamos en frío, podemos añadir un poco de comida extra, quiero decir que si vas a estar muchos días y en la nevera va a seguir comiendo tu comunidad microbiana, dale comida en abundancia (sin empacharlos) y así podrás mantenerlos durante más tiempo.
¿Puede recuperar un fermentado si ya no veo que esté vivo?
La mayoría de las veces, no merece la pena. Nos puede parecer que hemos perdido un tesoro, pero si lo piensas, es tan fácil iniciar una kombucha nueva o iniciar una masa madre, que verdaderamente si ya ves que tu masa madre está negra, es mejor no revivirla.
O si tu kombucha ya es más vinagre que kombucha, puedes iniciar uno nuevo y así asegurarte que lo que estás bebiendo es kombucha y no vinagre.